¿Perder peso fue uno de tus propósitos para este año? Debes saber que la pérdida efectiva de peso requiere que establezcas metas razonables y estés dispuesta a hacer cambios en tu estilo de vida, partiendo de un cambio gradual.
El primer paso es iniciar con optimismo y dejar de lado los prejuicios, especialmente hacia ti misma. El siguiente es seguir un plan que hará que el proceso sea sostenible a largo plazo.
Para ello te damos las siguientes recomendaciones.
1. Establece metas alcanzables
La pérdida de peso efectiva requiere honestidad personal. Asegúrate de que los cambios sean realistas para ti y tu cambio de vida. Si no te gusta cocinar, no te propongas cocinar todos los días; es más probable que puedas comprometerte a cocinar dos veces a la semana y para el resto buscar un restaurante que se ajuste a tu plan. De igual manera, no te obligues a comer ciertos alimentos sólo porque son saludables. Mejor haz un plan que incluya alimentos saludables que sí te gustan.
2. Identifica tu motivación real
Evalúa por qué quieres perder peso. Pare ello, hazte las siguientes preguntas:
¿Por qué quieres estar más saludable?
¿Qué aspecto tendría para ti?
¿Por qué es importante para ti?
¿Cómo te sentirías si alcanzaras esos objetivos?
¿Cómo afectaría tu pérdida de peso a las personas que amas y que te aman?
Cuando tengas claras las respuestas a estas preguntas, te será más fácil recordar por qué estás tomando la decisión de volverte saludable y así, mantenerte en el camino y ser constante.
3. Elige un enfoque que funcione para ti
La mejor dieta es aquella que funciona para el individuo mientras proporciona la nutrición adecuada. Es mejor elegir más alimentos integrales, hacer comidas balanceadas y moderarse con alimentos poco saludables, en lugar de proporcionar un plan estricto de comidas.
4. Tómalo con calma
Las pérdidas rápidas de peso rara vez se sostienen. Lo mejor es optar por una pérdida paulatina y estable, ya que será más probable que la mantengas.
En lugar de concentrarte en un número determinado de kilos a perder semanalmente, enfócate en ser consistente en comer bien y hacer ejercicio, así como en cambiar lentamente tus hábitos y desarrollar una alimentación saludable y sostenible con el tiempo.
5. Ve más allá de la comida
La pérdida de peso sostenible no se basa solo en la comida, sino que involucra otros factores. Es importante tener el soporte de los que te rodean, además de tu especialista en control de peso y, de ser posible, de un coach de salud y/o un grupo de apoyo.
Sin un apoyo positivo y el conocimiento para desarrollar y llevar a cabo un plan de alimentación saludable, es probable que la pérdida de peso se estanque.
6. No entres en pánico si dejas de perder peso repentinamente
Al estancamiento en la pérdida de peso se le llama ‘meseta’ y es muy común, pero no quiere decir que estás haciendo algo mal o que debas consumir menos calorías automáticamente.
La pérdida de peso es exhaustiva y las mesetas ayudan al cuerpo a tomar un descanso y asegurarse de que las funciones corporales están en buenas condiciones, antes de continuar con el descenso.
Tu especialista en control de peso debe hacer un check-up médico para determinar qué medidas tomar y con ello superar esta fase, ya que varía de persona a persona.
Otro factor por el cual se puede presentar una meseta, es que el cuerpo alcanzó un peso con el que se siente cómodo. Si es el caso, tu médico deberá decirte qué hacer para mantenerlo y evitar el rebote.
7. Continúa renovando tu resolución
Lograr la pérdida de peso que quieres puede ser maravilloso y a la vez decepcionante. Cuando ya no tienes una dirección, puedes sentirte en el limbo, pero el haber llegado a tu peso no quiere decir que no puedas seguir estableciendo metas.
Mantente al día con los hábitos saludables y no renuncies a tu nuevo estilo de vida. Te recomendamos establecer nuevos objetivos a nivel físico y emocional, como correr cada vez más kilómetros y hacer actividades que pensabas que no podrías llevar a cabo por tu peso. Un check-up médico determinará cuáles son las adecuadas para ti.
También ayuda consentirte, apreciar tu nuevo cuerpo y hacerlo feliz sin necesidad de recurrir a hábitos dañinos.
8. Sé amable contigo mismo
No te compares con nadie más ni mires hacia la parte negativa de tu pasado. Concéntrate en mirar hacia adelante y darte ánimos porque tu principal motivador debes ser tú.
Es necesario que seas adaptable y paciente, pues puede tomar algo de tiempo implementar hábitos saludables y encontrar el régimen adecuado para ti; un check-up médico y un especialista en control de peso pueden ayudarte a lograr tus objetivos.
