La diabetes es una enfermedad que provoca una producción de insulina defectuosa o insuficiente o una baja sensibilidad a la insulina. La insulina es una hormona esencial que es responsable de ayudar a las células a absorber el azúcar de la sangre para usarla como energía. Cuando este proceso no funciona correctamente, el azúcar permanece circulando en la sangre, provocando problemas de salud.
Los períodos prolongados de niveles altos de azúcar en la sangre pueden dañar muchas áreas del cuerpo, incluidos los pies.
De acuerdo con el IMSS la diabetes es responsable de más del 70% de todas las amputaciones de pie en el mundo.
Los dos principales problemas de los pies que se presentan en las personas con diabetes son:
Neuropatía diabética
Con el tiempo, la diabetes puede causar daño a los nervios que provoca entumecimiento en los pies. Esto puede dificultar que las personas con diabetes sientan sensaciones en las extremidades.
La afección también dificulta que una persona con diabetes sienta irritación, dolor o infección en los pies. Es posible que no se den cuenta cuando sus zapatos rosan los pies. Esta falta de sensación puede aumentar el riesgo de cortaduras, llagas y ampollas.
Si una persona no recibe tratamiento para una infección, se pueden desarrollar úlceras e incluso gangrena. Si una persona desarrolla gangrena, es posible que necesite una amputación.
Enfermedad vascular periférica
La diabetes provoca cambios en los vasos sanguíneos, incluidas las arterias. En la enfermedad vascular periférica, los depósitos de grasa bloquean los vasos más allá del cerebro y el corazón.
Tiende a afectar los vasos sanguíneos que van hacia y desde las extremidades, como las manos y los pies, reduciendo el flujo sanguíneo a ambos.
La reducción del flujo sanguíneo puede provocar dolor, infección y heridas que cicatrizan lentamente. Si una persona desarrolla una infección grave, el médico puede recomendar la amputación.
Síntomas
Los síntomas de la diabetes en los pies varían de persona a persona y pueden depender de los problemas específicos que una persona esté experimentando en ese momento. Sin embargo, los síntomas pueden incluir:
Perdida de sensibilidad
Entumecimiento u hormigueo
Ampollas u otras heridas sin dolor
Decoloración de la piel y cambios de temperatura
Rayas rojas
Heridas con o sin drenaje
Hormigueo doloroso
Manchas en los calcetines
Si se desarrolla una infección, una persona también puede experimentar algunos de los siguientes:
Escalofríos
Fiebre
Temblores
Azúcar en sangre incontrolable
Enrojecimiento
Cualquier persona con diabetes que experimente síntomas de una infección, especialmente en los pies, debe buscar tratamiento de emergencia.
Cuidado de los pies
La prevención de los problemas en los pies es fundamental para las personas que tienen diabetes. Mantener los pies sanos es fundamental y una persona debe estar atenta a la higiene de los pies.
Se recomienda seguir los siguientes pasos:
Revisar los pies todos los días:
Examinar los pies todos los días o pedir a alguien que verifique si hay cambios o lesiones.
Lavar los pies diariamente:
Utilizar agua y jabón neutro. Mantener los pies limpios para prevenir infecciones. No aplicar alcohol o sustancias limpiadoras como isodine, agua oxigenada, merthiolate o violeta de genciana, ya que pueden originar quemaduras o reacciones alérgicas.
Secar adecuadamente los pies:
Verificar que no quede humedad en medio de los dedos.
Usar zapatos y calcetines de apoyo:
Proteja los pies con calcetines y zapatos en todo momento. Evite usar calcetines con resorte y costuras o demasiado apretados que restrinjan el flujo sanguíneo.
Evitar utilizar calzado apretado o flojo:
Ya que pueden provocar ampollas.
Promover el flujo sanguíneo a los pies:
Levantar los pies cuando se esté sentado, mover los dedos de los pies periódicamente y hacer suficiente ejercicio. Estas acciones ayudan a promover un flujo sanguíneo saludable a los pies.
Revisar que los pies no presenten heridas, uñas enterradas o cambios de coloración (uñas negras o signos de algún golpe).
Tocar las plantas de los pies buscando algún cuerpo extraño (vidrio, astilla, clavos). En caso de tener disminución de la vista, solicitar la ayuda de un familiar.
Tocar la punta de los dedos, la planta del pie y el talón con la mano: verificar que se sienta el roce.
Cortar las uñas con cuidado:
Cortar las uñas de los pies en línea recta y mantenlas cortas. Las uñas redondeadas pueden crecer hacia adentro y provocar una infección. De ser posible asistir al pedicurista.
Cuidado de callos y juanetes:
Tratar los callos y juanetes con cuidado. Nunca se afeite los callos, ya que esto aumenta el riesgo de infección.
Proteger los pies de las temperaturas extremas:
La exposición al calor y al frío extremos puede dañar los pies de las personas con diabetes.
Recibir exámenes regulares de los pies:
Los exámenes médicos regulares realizados por un médico son clave para prevenir infecciones, amputaciones y deformidades graves.
Controlar el azúcar en sangre:
Los niveles de azúcar en sangre no controlados aumentan el riesgo de complicaciones podiátricas por diabetes.
Evitar fumar:
Fumar afecta negativamente el flujo sanguíneo a los tejidos, lo que puede empeorar los problemas de los pies en las personas con diabetes.
Cuando buscar asistencia médica
Acudir al médico si se identifica alguna anomalía en los pies, como:
Úlcera
Ampollas
Uñas enterradas
Dolor
Cambios de coloración
Cuerpos extraños como vidrio, astillas o cualquier tipo de material enterrado en el pie