Desde que pones el pie en un campo, independientemente del deporte o ejercicio que practiques, existe el riesgo de sufrir algún tipo de afección. Puede que lo veas como algo remoto, pero el estrés constante y los movimientos repetitivos en músculos y ligamentos puede producir una lesión.
Para detectar una lesión deportiva, es recomendable que escuches a tu cuerpo e intentes distinguir entre el dolor generado por fatiga, al dolor generado por estas afecciones. Esto es más sencillo si ubicas los tipos de lesiones más comunes y puedes detectar en qué momento preocuparte por el dolor.
Fractura de fatiga
Es una fractura microscópica en la capa exterior de un hueso. Se desarrolla por las tensiones repetidas, provocadas por actividades de mucho impacto.
Fascitis plantar
La fascitis plantar es una condición dolorosa que resulta cuando el tendón que se encuentra a lo largo del arco del pie se tensa excesivamente, evitando que sea tan flexible como debería ser.
Se genera después de pasar demasiado tiempo corriendo. También influye si se tiene pie plano o se utiliza un calzado que no provee soporte suficiente. Otros factores pueden incluir obesidad, trauma o simplemente estar de pie demasiado tiempo.
Esguince de tobillo
Un esguince de tobillo es resultado del desplazamiento del pie, ya sea hacia fuera o hacia dentro, lo que genera la distención o ruptura de los ligamentos del tobillo.
Se produce, principalmente, por girar mal el tobillo, ya sea por un salto incorrecto, por plantar con fuerza excesiva un pie durante una actividad o por perder el equilibrio al correr.
Esguince de ligamento cruzado anterior
El LCA es un ligamento que se encuentra detrás de la rodilla, entre el fémur y la tibia. Los ligamentos pueden actuar como una llamada de atención para que estires adecuadamente una vez que tu cuerpo se recupere de una lesión.
La mayoría de los esguinces de LCA se atribuyen a desaceleraciones repentinas, como intentar parar en seco y cambiar la dirección, o del estiramiento excesivo de la rodilla.
Si no estás completamente en forma ni has calentado suficiente para hacer deportes como basquetbol o futbol, te podrías poner en riesgo de sufrir esta lesión.
Esguince de cuádriceps
Los esguinces de cuádruples pueden ser resultado de una gran variedad de factores. Incluso, algunos expertos opinan que cualquier músculo por debajo de la cadera que no se encuentre en perfecto balance repercute en los cuádruples.
Las causas más comunes son el exceso de uso y poner demasiada fuerza en un músculo cuando todavía no está listo para ser usado.
Tirón de tendones
Los tirones de ligamento suceden cuando los músculos se estiran más de lo que pueden estirarse. Correr, saltar y deportes que involucren patadas suelen ser los que provocan más tirones en los tendones.
Desgarro del hombro
Es un desgarro en las fibras musculares o los tendones que conectan los músculos con los huesos del hombro. Se produce generalmente por un estiramiento excesivo del músculo.
Sinovitis del codo
Consiste en dolor en la cara exterior del antebrazo y codo, provocado por desgarros parciales del músculo y el tendón que conectan al antebrazo con el codo.
Dolor de la faja iliotibial
Es una sensación de ardor justo debajo de la cara exterior de la rodilla, causada por la inflamación de la faja iliotibial, que se encarga de sostener y estabilizar la rodilla. Se presenta más comúnmente en corredores, debido al estrés.
Bursitis de cadera
Existe, sobre la cadera, una bolsa similar a un saco lleno de fluido, que permite un movimiento eficiente. La bursitis de cadera causa dolor en la parte superior del muslo, cuando la bolsa no puede realizar su trabajo eficientemente, produce movimientos dolorosos.
Este padecimiento es común en personas mayores, pero también afecta a personas activas que han sufrido un fuerte impacto en la cadera.
Rodilla de corredor
Consiste en dolor fuerte alrededor o detrás de la rótula; suele ser el resultado de una debilidad de los cuádriceps que recorren la cara anterior del muslo.
Dolor en la espinilla
Es provocado por una inflamación o por pequeños desgarros en los músculos de la cara anterior de la parte inferior de las piernas. Se produce debido a tensiones repetidas provocadas por el jogging o la danza aeróbica.
Dolor en espalda baja
La mayoría de las lesiones en la espalda baja ocurren por un levantamiento de peso inadecuado, por golpes en la zona o simplemente por dormir en una posición incómoda.
Prevención
Es posible prevenir muchas de esas lesiones si se sigue al pie de la letra estas recomendaciones:
No estresar los tejidos más allá de su capacidad.
Comenzar sin prisa el programa de ejercicios.
Aumentar la intensidad y la duración del ejercicio de manera gradual.
Cada sesión de deportes aeróbicos debe ser precedida por un calentamiento de cinco minutos, seguido por un enfriamiento igualmente de cinco minutos.
Si se levantan pesas, no se debe realizar más de 12 ejercicios diferentes tres veces a la semana.
Durante las etapas iniciales de un programa de ejercicios es importante adoptar un enfoque lento, pero seguro.
Cualquier persona mayor de 35 años y/o que no haya realizado ejercicios durante más de un año, debe realizarse un check-up médico antes de comenzar un programa.
Tratamiento
Es posible realizar un tratamiento inicial para la mayoría de las lesiones deportivas, que consiste en 4 elementos: reposo, hielo, compresión y elevación.
El reposo debe comenzar inmediatamente después de sufrir la lesión, con el objetivo de reducir al mínimo la hemorragia, la lesión y la tumefacción.
El hielo reduce la inflamación y el dolor.
La compresión y la elevación reduce el exceso de líquido en la zona afectada.
Sin embargo, un estudio de resonancia magnética podrá determinar si ese tratamiento es suficiente o se necesita hacer algo más, así como el tipo de lesión. En Hospital San Ángel Inn queremos que recibas un diagnóstico adecuado, por lo que ponemos a tu disposición nuestros equipos de alta tecnología, y a nuestros profesionales de la salud. Conócenos.
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