El confinamiento por COVID-19 podría ocasionar mayor riesgo de que las y los adultos mayores desarrollen síntomas de depresión y ansiedad, como irritabilidad, tristeza, malestar e impotencia o pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban hacer, preocupación excesiva, olvido frecuente, dificultad para iniciar o mantener el sueño y pesadillas constantes.
Recomendaciones
A fin de reducir esos riesgos, se recomienda a la población adulta mayor la sana alimentación, realizar actividad física, no interrumpir sus tareas diarias en casa, evitar el consumo de alcohol y tabaco, caminar, bailar, sentarse y levantarse de una silla, hacer yoga, estiramientos, entre otros.
Pueden alejar el miedo realizando actividades que disfruten como leer, escuchar música, escribir, pintar, tejer, hacer rompecabezas y medidas de higiene de sueño.
Si tienen alguna enfermedad crónica, deben tomar los medicamentos indicados por el médico y acudir a sus citas médicas correspondientes.
Por último, es importante tener listo un plan en caso de emergencias e identificar a una persona que se encuentre cerca que pueda ayudar. En caso de que el cuidador primario no esté en casa, debe estar a la vista de la persona adulta mayor la lista de líneas telefónicas de emergencia y, si es posible, agregar los contactos de emergencia en sus dispositivos móviles.
En caso de que presenten síntomas como fiebre, dolor de cabeza o pecho, tos seca y estornudos, dificultad para respirar y/o malestar general (cuerpo cortado) informen a sus familiares, llamen a alguna de las líneas de ayuda y acuda de inmediato al hospital más cercano.
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