Los Miomas uterinos son un crecimiento anormal a partir de la pared del cuerpo del útero. También se les conoce como nódulos o fibromas, los cuales pueden crecer desde el músculo liso hacia adentro o afuera.
Por lo general, dicho crecimiento es una tumoración benigna y en raras ocaciones llega a presentar problemas graves para una paciente.
Son de los problemas más comunes y suelen presentarse en el 70 % de mujeres mayores de 45 años (aproximadamente). Sin embargo suelen ser asintomáticos y pequeños.
El origen de la aparición de los Miomas aún no está perfectamente definido, aunque se cree que existe una estrecha relación entre las hormonas o algunos factores hereditarios. De igual forma, el índice de masa corporal alto, los embarazos y el tabaquismo hacen más propensa a una paciente a desarrollar dicho problema.
Los Miomas se clasifican dependiendo del sitio de localización y pueden ser:
La parte más interna de la pared muscular del útero, tocando o empujando el endometrio, capa interna que da la regla: miomas subsmucosos.
Parte media de la musculatura sin abombar ni hacia dentro ni hacia fuera: intramurales.
La parte más superficial de la pared empujando hacia fuera: miomas subserosos.
Síntomas
Como mencionamos antes, una buena parte de los Miomas en las mujeres suelen ser asintomáticos y microscópicos, pero an algunas ocaciones llegan a crecer hasta alcanzar el tamaño de una naranja.
Los síntomas más comunes que se presentan con los Miomas son:
Aumento y duración del sangrado menstrual.
Presión pélvica y dolor.
Presión en la vejiga y la mujer puede sentir que necesita ir al baño con más frecuencia.
Presión el recto que puede causar estreñimiento.
Esterilidad, en un bajo porcentaje, y más relacionado con la edad. A mayor edad hay mayor riesgo de tener miomas uterinos.
La mayoría de las mujeres que tienen un embarazo con miomas uterinos de pequeño tamaño o aislados, el curso de la gestación suele ser normal y sin complicaciones.
Sin embargo, las mujeres con miomas de gran tamaño, o con la presencia de múltiples miomas, pueden tener un mayor riesgo de complicaciones como mayor riesgo de aborto y prematuridad.
Diagnóstico y Tratamiento
El diagnóstico de los miomas puede ser relativamente sencillo y en muchas ocasiones tan sólo se requiere de un simple examen pélvico manual por parte del ginecólogo.
Otros métodos que se pueden emplear y se emplean habitualmente en el diagnóstico de estas lesiones son:
Ecografía pélvica (ultrasonido), es el método más altamente fiable en el diagnóstico de dichas lesiones.
Tomografía axial computerizada o comúnmente denominado scanner.
Resonancia magnética.
Histeroscopia o la laparoscopia diagnóstica.
Dependiendo del tamaño, número, localización y síntomas que provocan, el ginecólogo seleccionará el tratamiento adecuado en cada caso. Si las mujeres no tienen síntomas, no suelen necesitar ningún tratamiento, pero en mujeres con síntomas que afecten su calidad de vida, pueden intentar un tratamiento médico. Y si este no funciona pasar a uno quirúrgico.
Las revisiones periódicas de un ginecólogo ayudan a detectar posibles problemas en las pacientes, previniendo así problemas que afectan la calidad de vida.
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